sábado, 21 de diciembre de 2019

Egipto 16. Dominio persa (desde el 525 a.C. hasta el 343 a.C., mas o menos)

Los persas (Imperio Aqueménida) fueron avanzando por todo el mediterráneo oriental tan solo frenados por los griegos, anexionándose Egipto a finales del siglo VI a.C. La política territorial era clara. Dividían su vasto territorio en satrapías (provincias) que controlaban a distancia desde Persépolis, dejando al cargo a alguien de confianza(sátrapa). Como casi siempre, el invasor no pretendía una ocupación militar permanente del territorio conquistado pues eso salía por mucha pasta. Era preferible tener a tu ejército dentro de tus fronteras por si a algún otro se le ocurría invadirte aprovechando la coyuntura.
Así, Cambises II, que según algunos historiadores maltrató a la población y a la religión egipcia, abandonó el país tres años después de la conquista para regresar a Persia, donde falleció a su llegada. En Egipto dejó de "encargado" al sátrapa Ariande, que aprovechando la ocasión se tomó ciertas libertades como perder alguna batallita contra los libios o acuñar moneda con su efigie, por lo que fue condenado a muerte por Darío I (sucesor de Cambises II) en cuanto llegó al poder.
Darío I visitó Egipto cuatro años después de su coronación con una disposición mas condescendiente hacia lo egipcio. Intentó al menos comprender la compleja religión egipcia. La interminable lista de divinidades, la fusión de dos o mas dioses sin perder sus individualidades y la adopción de formas antropomórficas, desconcertaban al forastero. Pero entendió que en el fondo todos los dioses egipcios eran formas de manifestarse de un dios único: Re. Hasta mandó construir el templo de Hibis consagrado a Amon-Re, de lo emocionado que estaba. Terminó además la obra del canal navegable que unían el Mar Rojo con el Mediterráneo, lo que favoreció el rápido suministro de trigo y cebada(tributo principal) al imperio. Buena onda.
Todo esto ocupaba el Imperio Persa.

Llegaba el año 490 a.C. y Persia se la pegaba contra los griegos en la batalla de Maratón. Su obsesión por llegar a Atenas les hizo perder buena parte de su ejército y que pueblos sometidos, entre ellos el Delta, aprovecharan la ocasión para sublevarse. Tanto a Jerjes I, sucesor de Darío I, como a Atajerjes I después,les toca apagar el fuego de las sublevaciones en las provincias, hasta que gobernando Darío II estalló un levantamiento nacional en Egipto dirigido por un tal Amirteo. Durante 6 años, esta guerra de liberación egipcia se extendió por todo el territorio, el mismo tiempo que duró la dinastía XXVIII; la mas corta y con un solo rey, el propio Amirteo, que logró extender su poder desde el Delta a la isla de Elefantina.
Tras esta guerra de liberación comienza la dinastía XXIX con Neferites I. Tanto él como sus sucesores se dedican a borrar todo rastro de dominación persa y a fortalecer lazos con los griegos en contra del enemigo común: la Persia de Atajerjes II.
Durante esta época Platón residió en el Delta, dejando testimonios y crónicas de primera mano como si de un corresponsal se tratara.
Los persas, tozudos ellos, intentan la reconquista de Egipto y para ello entran por el Delta con un potente ejército que llega hasta las cercanías de Menfis (verano del 373 a.C.). Sin embargo, una rápida crecida del Nilo hizo que la flota persa tuviera que replegarse hacia el mar. Salvados por el momento.
Pero como la mejor defensa es un buen ataque, Teo, hijo de Nectánebo I (primer faraón de la dinastía XXX),tras asumir el poder y creyendo que Persia se encuentra debilitada por las contínuas rebeldías separatistas, decide atacar. Cuenta con el apoyo de Esparta y Atenas, ya negociada por su padre, pero necesita pasta para contratar mercenarios griegos. ¿Qué hace?, sube impuestos y confisca bienes del clero con el consiguiente cabreo del personal. Marcha con su ejército dejando a su hermano el control de Egipto, quien no tarda mucho en llamar a su hijo Nectánebo (II) que iba en la marcha para que regrese, y con la ayuda de Agesilao(antiguo rey de Esparta), soldados espartanos, y parte del ejército egipcio se proclame rey de Egipto. Jugada bien consentida por un pueblo enfadado con Teo por tocarles el bolsillo.
Tras un periodo de relativa paz, de nuevo los persas, gobernados por Atajerjes III, intentan la reconquista de Egipto introduciendo un enorme ejército por el Delta que penetra hasta Menfis donde se encuentran con las fuerzas de Nectánebo II  que cede al empuje huyendo hacia el sur. Los persas se extendieron por todo el territorio causando desastres,pillajes, violaciones de tumbas,y Atajerjes III volviendo a casa con un gran botín, hechos bien recogidos en la llamada "Crónica Demótica".
Nectánebo II sería el último faraón indígena de Egipto.

Fuente: N.G.

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